¡QUÉ MANERA DE TERMINAR EL AÑO!

Señoras y señores, este fue el año de los juegos de mesa, y para celebrarlo se cerró el 2006 con una de las juntas más poderosas y prolíficas del año: 16 horas de juego y 11 juegos jugados en total, con una asistencia mejor a lo esperado (tenía poca fe de que viniera gente por la fecha) donde nos reunimos Diego, Carlos, Eduardo, Javier, María Ximena, Pepe, Ariel y yo en una maratón inolvidable. ¡Muchas gracias por venir!

La historia comenzó así: a eso de las 10 y media de la mañana se aparecieron Diego y Carlos y de inmediato comenzó la acción. Empezamos con un For Sale! de Rudiger Dorn (autor que tendría su revancha más tarde...). Un juego simple y corto, y que supongo ya conocerán bien por la reseña en video de Mario.
Luego seguimos con uno de mis juegos favoritos (y creo que se los he repetido mil veces): el Shark, de Jean Vanaise. Un juego de bolsa y acciones, que personalmente encuentro más realista y fluido que el Acquire de Sid Sackson, aunque este último también me gusta mucho. Los azules destruyeron a todo el mercado de la mano de Diego, que simplemente nos aplastó.
En eso llegaría Skandar a derrochar habilidad. Se preparó todo para Dancing Dice, este juego de dados para non-gamers y que es un hit. Eduardo (Skandar por si no lo sabían) nos ganó en un juego parejo, donde fui el perdedor absoluto (no sería la primera vez en el día).
Después jugaríamos uno de los desconocidos de Knizia, el simplón Money! que sirvió de relleno para este día. Eduardo nos ganó luego de un empate a 500 entre Diego y yo.
Después vendría uno de los platos fuertes del día, el I'm the Boss de Sid Sackson y que como era de esperar, demostró ser uno de los juegos con las negociaciones más emocionantes que pueden existir, además de lo violentas o rudas que suelen ser, sin compasión, sin remordimientos, rompiendo alianzas y vendiéndose por un par de pesos. Gané por un millón (70 contra 69 de Skandar) pero se definió todo en la última negociación. No apto para cardíacos.
Cuando ya finalizabamos aparecieron Pepe y su amigo Ariel los que después se unirían para conocer el cabezón y "funde cerebros" Ricochet Robots de Alex Randolph. Los robots sin frenos nuevamente captaron la atención de los recién llegados por su simple mecanismo y entretenido andar. A Eduardo se le derritió el cerebro y paró por un rato. Definitivamente, con 33ºC afuera (y adentro de la casa también) era probable que uno se cansara.
Solo un rato después se nos unieron Javier y la María Ximena completando la concurrida tarde. Ahí nos dividimos en dos mesas y en una se jugó Alhambra de Dirk Henn (del cual no puedo comentar porque no ví el desarrollo) pero lo que si puedo decir es que es un juego muy entretenido, de construcció de palacios y jardines muy bien pensado. Al parecer lo habría ganado Javier en una infartante "definición a penales" con Diego.
En la otra mesa jugabamos Carlos, Pepe y yo al High Society, ese filler de Knizia pero que te deja con un buen gusto. El juego lo ganó Pepe, pero también con un final dificultoso porque Carlos podría haberse quedado con el segundo lugar; finalmente yerró en la última subasta y quedó fuera.
Lamentablemente Pepe se tuvo que ir temprano pero su amigo Ariel se quedó. Con el se armó de nuevo la mesa grande para jugar otro de los destacados: Shadows Over Camelot. La gente quedó maravillada con lo bonito de los componentes del juego (propio de los juegos Days of Wonder) y sorprendidos por el hecho de ser cooperativos. Además, y por si no lo saben, este juego tiene la particularidad de que no juegas contra los otros, sino contra el mismo tablero. Fue lento el proceso de aprendizaje y el juego nunca fluyó demasiado rápido, pero así y todo brindó tensión de sobra hasta el final. Gracias a la inclusión del "Traidor" el juego se hizo más interactivo, y donde en definitiva culpamos todos a Javier como tal, sin embargo fue María Ximena quien hizo de las suyas para destruirnos y donde finalmente lo logró... Eso sí, estamos todos convencidos de que Javier era el traidor. O al menos inconcientemente ;) (Skandar no lo hizo nada de mal con un par de movidas partícularmente "egoístas").
Luego de esa maravilla pasamos a relajarnos un rato y gritar de lo lindo con el Pit y su campanita. Gritos iban y venían ¡¡¡dos, dos, dos, dos, uno, uno, uno, uno, tres de la que te conviene!!! Fue un caos entretenido y que sería el juego que marcaría la partida de Skandar y de Ariel.
Ya era de noche y el sueño y hambre acechaban un poco, así que se decidió por repetir el almuerzo con 2 pizzas al Telepizza que estaban buenísimas. Luego vendría un juego que es una revelación para mí, pero que lamentablemente tendría un matiz inesperado: hablo del Magellan. Pasó que no tenía lo suficientemente frescas las instrucciones y me demoré en enseñarlo, por lo que en parte creo prejuició a los jugadores y no se logró el resultado esperado. Sigo manteniendo que es un juego muy bueno, muy estratégico y que tiene grandes aristas por descubrir. Para colmo fui la vergüenza del día al no ser capaz de pasar a la segunda fase del juego simplemente porque no calculé bien y me quedé sin plata. Un fiasco. Ahhh, se me olvidaba, Javier barrió con todos. Humillación total.
Ya era tarde y Javier y la María Ximena se despedían para viajar hacia su apartado hogar. Quedamos nuevamanete los que partimos y nos embarcamos en un juego de los pesados, grandes, estratégicos y famosos. No es nada más ni nada menos que el mismo autor que abrió la jornada, el señor Rudiger Dorn y su espectacular Traders of Genoa (Mercaderes de Génova). El juego estuvo muy parejo, pudo haber sido para cualquiera, pero más que el resultado lo mejor fue el desarrollo, con negociaciones libres y no muy regladas, lo que hace que se busquen soluciones más imagínativas, interactivas y los resultados sean más estrechos.
Así terminó todo, a eso de las 02:30 am y conmigo escribiendo este reporte a las 5 y cuarto de la mañana.
Me pueden faltar miles de cosas más, pero creo que hay una palabra para esta maratón: ESPECTACULAR.
Nuevamente muchas gracias a todos, que tengan un muy feliz año nuevo.
JJ (ChileGameGeek).