Atracción de masas

25 personas en mi casa. 15 con ganas de jugar. Definitivamente es muy difícil manejar grupos demasiado grandes, y menos entretenerlos con juegos que máximo alcanzan para 8 personas, salvo un par de excepciones. Tenía que entretenerlos, se estaban volviendo cada vez más inquietos, inquiriendo socarronamente que yo era “el rey de los juegos” y no podía llevar a cabo uno simplecito. ¡¡¡Que hacer, que hacer!!! Y de ahí se me vinieron a la cabeza todos los juegos que jugaba cuando chico, todos aquellos que sin ser de cartas o fichas sirvieron para calmar a las masas, ansiosas por divertirse en la noche. Me acordé del juego del personaje, de la diligencia vieja, de la silla musical, de las escondidas, de la sardina, del ambicioso y del Mariscal revisando sus tropas. De “esto es un tip, esto es un tap” y de las "manos cruzadas"… ninguno de mis juegos normales fue capaz de superar tamaña entretención de cuando chico, ni siquiera acercarse un poquito…Ni siquiera el Comando Bímbamelo.
Cada vez me ponía más nervioso, no querían jugar ninguno de ellos, ya los conocían, ya lo habían jugado demasiado, ya lo habíamos jugado demasiado. Toda una vida. Pensaba ¿Democrazy?, no, alcanza para 10, ¿Ricochet Robots?, ufff, muy cabezón. ¡¡¡Qué hacer, qué hacer!!!.
Hasta que se me prendió la ampolleta. Todos sentados en el living de mi casa. A cada uno de los partícipes les di un papel. Les expliqué un par de instrucciones y todos asintieron. Me empezaba a aliviar. Baje las luces para dar ambiente, los hice callar a todos. Algunos reían nerviosamente, otros ponían atención, y uno que otro salía con alguna talla que boicoteaba un poco el ambiente, pero daba lo mismo, poco a poco caían en ese trance que necesitaba para empezar mi relato…
“Estamos en el pueblo de Lolol, VI región. Costumbres ancestrales, tierra de tradiciones, creencias, y sucesos macabros. Una de aquellas tantas noches, en el pueblo apareció una persona muerta, con su cuerpo hecho jirones. La gente estaba revolucionada, no sabían que hacer. El jefe del pueblo de aquella época los reunió a todos en la plaza y los arengó. “No es primera vez que pasa esto. Ya años atrás, mi abuelo contaba, que había pasado algo parecido”. “Han vuelto”. La gente con histeria no entendía que pasaba… un joven distraído al otro lado de la calle que payaba alegremente calló. De inmediato. Su cuerpo comenzó a temblar. “Ciudadanos, debemos volver a las armas. Tenemos que matarlos antes que nos maten a nosotros”. La gente asintió, y esa tarde comenzaron a deliberar, discutir, echándose la culpa unos a otros. Algunos miraban de reojo y preferían no entrar en la conversación, otros provocaban altercados y riñas, hasta que al final el jefe dijo: levante la mano quien crea que aquel es el asesino. Ese hombre peludo de nacimiento no encontró una explicación que el resto aceptara, y corrió una terrible suerte. Esa tarde su actual viuda se despidió con los ojos llorosos, y entre palos y herramientas le quitaron la vida. Luego lo echaron en una pira y lo quemaron. Pero se habían equivocado. Habían matado a un inocente.”
Todos habían entendido, y estaban todos sentados en el living, nerviosos a lo que ocurriría esa noche. Y empecé finalmente: “Se hace de noche, todos cierren los ojos. Los ronquidos demuestran que la gente está inquieta… “Hombres lobos, abran los ojos”. Silencio. “Hombres lobos, elijan a una víctima”, y los hombres lobos indicaron quien iba a morir esa noche… “Hombres lobos, cierren los ojos”. “Todos los aquí presentes, abran los ojos”. “Esta noche no fue tranquila, pues descubrimos que uno de ustedes apareció muerto…”
Fue todo un éxito. Lo jugamos al menos unas 7 veces e incluimos más personajes como los masones, la vidente, el guardaespaldas, etc.
Irónicamente, los hombres lobos me salvaron la vida esa noche.

Si les interesa bajarlo, en el boardgamegeek hay mazos listos para imprimirse y pasarlo excelente con un grupo grande de gente.