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18.4.07

DOS DE TEUBER

Más de alguno ya sabrá de quien hablo. Aquel señor de bigotes que revolucionó al mundo y que ha vendido más de 15 millones de copias de sus juegos. Lógicamente el más famoso es el Settlers of Catan (o Colonos de Catán), pero no vengo a hablarles de eso. Vengo a hablarles de lo que se pierden. Mr. Teuber no sólo vive de Catán, y antes de eso hubo mucho (y después también). Saltándonos secuelas, juegos de cartas y expansiones, Klaus Teuber ha entregado al mundo de los juegos algunas joyas bastante subvaloradas hoy en día. Partamos diciendo que su primer juego fue ganador del Spiel des Jahres, Barbarossa. Luego dos años después ganó su segundo con Adel Verpflichtet, un juego del tipo "cachipún" donde los jugadores eligen comprar obras de arte, exponerlas o también robarlas. Hasta ahí llevaba 5 juegos creados y 2 hits. Pero el colmo vino al año siguiente, cuando con Drunter und Drüber ganó su tercer juego del año, con un sobrio sistema de bluffing y votaciones, donde los ciudadanos que destruyeron su propia ciudad para echar un demonio deciden reconstruirla, olvidando poner murallas, un río y caminos. Así los inteligentes habitantes del pueblo tendrán que ir destruyendo lo recién levantado para poder poner lo que les faltó. Ingenioso (quizás forzado) tema, pero le valió el premio. Desde ahí Klaus Teuber ya era leyenda. Tendrían que pasar 5 juegos más y 3 años para que de leyenda pasara a emperador de los juegos. No vale la pena hablar de Catán, porque todos saben que es, su legado y su importancia. Lamentablemente, para los ojos del mundo, Teuber solo siguió siendo Catán y nada más, olvidando joyas ocultas, aquellas que te hacen apreciar de una manera distinta a un diseñador de juegos.
De estas joyas hoy les quiero hablar de dos: Entdecker y Löwenherz, juegos muy distintos pero que rescatan el espíritu del gran creador, no encasillado en un solo tema y que regala elegancia e inteligencia.

En orden cronológico llegó primero Entdecker. un juego de exploración y descubrimiento. Tienes un tablero vacío, muchas losetas y algunos chips, pero un enorme trabajo. En Entdecker tu misión es ir abriendo el mar, descubrir islas y colonizarlas, lograr mayoría en la isla y quedarte con los puntos, ¿parece sencillo, eh?. Lo que pasa es que tus decisiones influyen enormemente en el desarrollo del juego. Primero debes saber cuidar tu dinero. Al comenzar el turno debes lanzar una flecha giratoria para determinar cuanto será tu ingreso por esa ronda, luego tienes un soberbio marcador donde irás marcando tu dinero disponible, y después comienza lo duro; decidir cuanto estás dispuesto a gastar para descubrir, pero si gastas demasiado no tendrás para instalar a tu gente en las islas. Después tendrás que elegir tu lugar de partida, y la suerte te dará un pequeño apoyo o hundirá tus expectativas, porque tendrás que robar una loseta con un pedazo de isla o de mar y deberás ver si coincide con el resto del tablero (es decir que sea posible colocarla lógicamente como en el Carcassonne). Si no lo consigues lo que dijiste que ibas a gastar en descubrir lo pierdes y pierdes también el turno. Si lo logras pasas a colocar tus fichas (exploradores, fuertes y asentamientos) en la isla que acabas de descubrir (o en la de algún adversario) y así aumentar tu poderío, que si cuando quede cerrada la isla es mayoría, te dará los puntos de victoria necesarios para ganar. Entdecker cuenta con varios detalles más como la colocación de losetas con eventos (que pueden ser positivos o negativos) y la consecución de chips que darán más puntos al final del juego. La estrategia no es simple, aunque a veces se hace muy azaroso (entre dos jugadores predomina más la suerte, siendo con 4 el número ideal para gozarlo). Entdecker tuvo años después su sucesor, el Entdecker: Exploring New Horizons, el que no he tenido el gusto de jugar. Además, Oceania es una secuela para 1 o 2 jugadores y con mecánicas más simples y un precio más accesible, pero pierde un poco el encanto. Por último (y de otro creador) está Tongiaki, un juego que recuerda todo lo antes descrito, pero con una mecánica más liviana, más familiar (por lo que he leído).




La segunda patita viene con Löwenherz, un juego de control de áreas y "liquida a tu compañero", donde el espacio se hace escaso y las posibilidades son demasiado abiertas en un comienzo y terminan limitadísimas (haciendo del juego algo realmente tensionante. Como el rey está a punto de morir, los hijos (los jugadores) intentan quedarse con el mayor lote de tierra, perjudicando al adversario y así convertirse en los ganadores. La mecánica es muy simple: en cada turno se pone una carta de acciones a la vista, que contiene 3 acciones dentro de las que los jugadores deben elegir (dinero, murallas y caballeros). Como el juego está pensado para 4 jugadores, hay uno que siempre se va a quedar sin acción, pero si juegan menos también existen conflictos porque dos o más pueden pelear por la misma acción. Así cada jugador irá eligiendo una y si se repiten deben iniciar un conflicto (como en el Kuhhandel, quien da más plata gana y el otro se queda con el dinero del contrario). Ahí el bluffing es vital, y si te manejas bien puedes sacar muy buenas acciones por muy poco dinero. Si 3 o más eligen la misma acción, esta se anula.
Luego comienza la segunda etapa, donde todos realizan su acción, expandiendo sus territorios con murallas (o limitando el del resto), poniendo caballeros para poder pelear mejor los territorios o se pueden conseguir cartas de acción especiales, que te darán más poder o realizar acciones diferentes que pueden tener una importante incidencia en el desarrollo del juego. Pero quizás lo más rudo del juego es el puntaje, porque no es permanente. Es decir, si tenías X regiones y te quitan espacio, achicando la tuya, pierdes los puntos que habías obtenido por ellas y ahora los gana tu adversario. Ese detalle hace del juego algo angustiante, agresivo y muy entretenido, porque se debe estar mostrando un doble estándar siempre, el de ser una buena persona y no molestar a nadie y el de un luchador que tendrá al resto como adversarios. La sutileza es principal para lograr tu objetivo.


Tal como ocurrió con el Entdecker, el Löwenherz también tiene su remake llamado Domaine, y que actualmente se encuentra en casi todas las tiendas de USA.

Ambos juegos, Entdecker y Löwenherz son Goldsieber, marca alemana que se caracteriza por componentes y arte de altísimo nivel, calidad y simplicidad. Lamentablemente eso se refleja también en el precio, pero hay copias dando vuelta por ahí de algunos juegos a precios decentes.

Siento la demora en este nuevo post, pero cada vez se me hace más dificil escribir. El tiempo es el bien más escaso ultimamente....

4 Comentarios:

Blogger Mario Aguila dijo...

El Domaine, según he leído, es una versión alivianada del Löwenherz, sin la etapa de subasta de acciones (http://www.boardgamegeek.com/thread/24462).

Viendo el tutorial interactivo de Domaine en http://www.profeasy.de/Domaine/ no me ha impresionado mucho.


He intentado comprar este último (no a cualquier precio), pero no me ha resultado.

Pero me sigo preguntando si agregara algo distintivo a mi ludoteca (ese es mi criterio de compra ahora), porque por ser de mayorías, ya tengo bastantes. Si es por las subastas, idem.

viernes, abril 20, 2007 8:42:00 a. m.  
Blogger Javierazo dijo...

Entdecker lo jugué y me pareció un muy buen juego, Lówenherz, tiene su edición francesa "Ricardo corazón de león", que revisado por el mismo Teuber es mejor que su anterior Löwenherz, Kosmos-Tilsit con una caja más bonita.
Ambos juegos vienen con reglas en español revisadas si lo compran en JOCADE

Saludos

viernes, abril 20, 2007 11:49:00 a. m.  
Blogger Franco dijo...

Yo tengo uno de los juegos que mencionas el Barbarossa, aún no logro jugarlo, por que cada vez que lo miro no se hay algo que me dice no me juegues .... raro pero asi es.
Lo han jugado la verdad es que me llego de regalo (en realidad a mi señora) y no me tinca mucho .....

viernes, abril 20, 2007 3:57:00 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

Estimados, tengo el 1501 también de Klaus Teuber. El juego lo encargué a unos tíos de Alemania, me fascinó su gráfica y presentacion, pero lamentablemente no resultó ser lo que yo esperaba y sólo lo jugué 3 veces.

Teuber es un ídolo, pero se mandó un par de "condoros" en el balance de este juego, que se manifiestan en que el primero que logra adquirir una de las cartas-edificio que significa duplicar los movimientos, será el seguro vencedor del juego.

De los juegos nuevos de Teuber me atrae el Candamir, pero lo que seguramente añadiría ahora mismo a mi coleccion es la expansión del Settlers: Cities and Knigts (Stadte und Ritter)

miércoles, agosto 01, 2007 4:12:00 p. m.  

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