Otra insuperable...

Cuándo creía que la reunión que habíamos tenido en la casa del Nacho la otra vez iba a ser insuperable, nuestro amigo volvió a superarse, esta vez con una maratón de nueve horas y media y un total de 6 juegos llevados a la mesa. Nuevamente, múchísimas gracias por la invitación Nacho!
Esta vez además de Sebastián nos acompañó la Coni, experta jugadora de Ticket to Ride (Aventureros al Tren) que esta vez no tuvo mucha suerte (estuvo a un "túnel" de cambiar la historia del juego).
Todo partió a las 12 del día. Nosotros llegamos con todo para el picoteo y Nacho se ponía con el local y con una tremenda sorpresa culinaria. Nos sentamos y de inmediato partió la acción: Nacho nos explicó el Warcraft: El Juego de Tablero (FantasyFlight/Devir) y nos pusimos a jugar apenas terminó. Sebastián fue pareja con la Coni y Nacho fue conmigo. Y bueno, el juego no estuvo excento de polémica dado que la exegética interpretación que se le dio a una regla terminó acabando con nuestras aspiraciones para ganar. Así y todo resultó ser un juego entretenidísimo, lleno de acción y que emula de manera notable al juego de computador. Creo que en este tipo de juegos le hace bastante la pelea al Doom (son los dos juegos del mismo autor, Kevin Wilson).

Después vendría un intermedio para almorzar. La comida estuvo espectacular: Wrap de Pollo con Salsa Blanca (de la mano del cocinero y dueño de casa). Desde ese momento tomé la decisión de querer aprender a cocinar.


Luego de buena cháchara y haber bajado la comida, nos púsimos de nuevo al ataque. Esta vez con otro juego de Nacho: el Tsuro. Se trata de un juego cortito de estrategia abstracta donde los caracteres japoneses dominaban el tema. La idea era hacer caminos y tratar de mantenerse sobre ellos, pero además intentar expulsar del tablero a los otros contrincantes. Lo jugamos dos veces: La primera vez fui apabullado y en un instante quedé fuera, fue casi un suicidio. Ganó nacho de manera fácil. La segunda ocasión me vengué y gané sin miramientos, dejando a Sebastián y a la Coni fuera relativamente fácil y al Nacho con dificultad. Antes de que todos quisieran seguir jugando propuse cambiar el juego, para así quedarme con alguna victoria durante el día (¡qué sucio!).

El tercer juego que llegó fue el Shark (Ravensburger), uno de mis juegos preferidos. Lamentablemente no pescó de la manera esperada y no se quiso terminar. En el fondo la Coni y Nacho seguían el juego por inercia pero sin lograr desarrollar una estratégia, mientras que Sebastián y yo ya veíamos una enconada lucha. Así y todo sigo encontrando que es el mejor juego de bolsa y acciones que hay en el mundo.

El cuarto juego fue el hit de la tarde. Ticket to Ride Europe (Days of Wander) no es una expansión del Ticket to Ride (acá en Chile conocido como Aventureros al Tren!) sino un juego con muchas similitudes pero que en el fondo tiene una mecánica bien distinta. Para ser franco, y aunque era uno de los juegos más queridos por mi grupo familiar, a mi nunca me pescó mucho y por lo mismo tampoco le tenía mucha fe a esta secuela. Sin embargo, y para sorpresa mía, fue el gran hit del día.

Ticket to Ride Europe es un juego de trenes de mucha estrategia y astucia, donde los jugadores intentan unir ciudades de Europa con sus trenes. La gracia es que además de los trenes normales de la edición clásica se incluyen estaciones, túneles y ferries.

En esta ocasión nadie intentó hacerse daño, pero sin intención se trabaron caminos que definieron el juego. Definitivamente mucha más estretegia y emoción que en el Ticket To Ride normal.
Al final el vencedor fue Sebastián dejándo en el último lugar a la Coni, la gran promesa de la jornada, que se vio relegada a un último lugar. Eso sí hay que reconocer que estuvo a un "túnel" de ganar" y que le terminó costando el juego.

Como ya estabamos un poco cansados decidímos relajarnos un poco con el siguiente juego. Así llegó a la mesa el Torú! (Hasbro), un party game para todos los gustos y edades. Livianito, rápido y por sobre todo estresante. Además es un juego fácil de encontrar (lo venden en casi todos los supermercados y grandes tiendas). Es un juego simple: tratar de juntar dos grupos de 4 y un grupo de 3 fichas que se van a ir rotando alrededor de la mesa. El primero que tenga esa combinación grita TORÚ! y trata de alcanzar un dragón puesto al centro de la mesa. Obviamente hay un dragón menos que el número de jugadores en juego por lo que siempre hay un perdedor.
Es muy tensionante y no puede ser más liberador de tensiones gritar TORÚ!. No apto para cardíacos.
Ya eran cerca de las 21 hrs. cuando se nos ocurrió subir a la mesa un filler. Ya estabamos un poco reventados, pero no fue excusa para pasar un gran momento. De esta manera pusimos en juego el Coloretto (Abacus/Rio Grande) de Michael Schacht y que realmente valió la pena. Estratégico, pero no muy profundo, rápido y eficiente. Creo que esos adjetivos lo describen a la perfección. Fue cortito, y en las tres rondas el Seba siempre dominó por lo que perdimos sin apelaciones. Además tuvo la gracia de que todos cacharon al vuelo como se jugaba y las estrategias a seguir, lo que siempre es gratificante.

Después de haber terminado con 2 tarros de papas fritas, un jugo, una bebida, unas cabritas, unas galletas y unos nachos nos despedimos del dueño de casa. Fueron casi 10 horas de juego, agotador pero sensacional. Ya estamos preparando el regreso... De hecho, quedó bautizado el lugar como el "chilegamegeek"... que buen nombre...
Saludos a todos!